Y sí, te estás yendo. Estás desvaneciéndote en el aire. No
me provoqués miedo. Llevate con vos mis miedos.
Ahora sos la brisa por la que el tiempo se desliza. Nadie
puede dejar de respirarte. No puedo dejar de respirate.
Estás hecha para que las copas de los árboles se mezan. Sos
la caricia del suelo, de la tierra, del pasto sobre la tierra. Sos el agua del
cielo, no la lluvia sino el agua del cielo, donde se nada con las alas.
-¿Las sombras acaso respiran?
Caminás sin pasos, vas atrás y mis pasos como sobre telaraña,
con cautela; vas también delante, y mis pasos de cascada suspendida en el aire,
sin freno, ningún freno.
Translúcido.
Etéreo.
El viento me va a atravesar, ya no hay pared, vas a tener frío.
Bajo mi sombra el fuego te abrasará, huí a los árboles, la
sombra fresca de los árboles.
-¿Vivir en palabras, bajo las palabras, sobre las palabras,
es más, o menos vivir?
Se derraman sonidos, se derrama saliva. Se derrama sangre.
Se derrama semen. Se derrama tinta. Se derrama agua, se derraman lágrimas. No
se ven los bosques tras de los árboles.
-¿Por qué no escribir más cuentos con vida? No temás que se
te acabe la vida.
Aún puedo dibujarte con mi aliento en la ventana.
Aún puedo hacerte llover.
Lo que no puedo, es caminar despierto.
No grités, me vas a
destrozar el sueño.
La verdad es que me enamoré de este texto.
ResponderEliminarVivir sobre y con las palabras y entre ellas, nosé si es vivir, creo que sería mas sobrevivir, esperar siempre que nos digan lo que sea para salvarnos un poco... para no morir tan rápido nose, creo que es un poco así.
Cada vez que leo algo tuyo siento algo extraño, no podría definir si es bueno o malo, sólo lo disfruto.
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