Hay días, hay, también noches, dicen.
Asoma el sol tras la montaña, en danzas circulares.
Por la noche la luna, desamparada, ruega destellos de luz, y
es envidia de los planetas y de las estrellas.
Hay vida, tras cada mirada, en el ritmo de los corazones, en
los cuerpos, dicen.
Las rocas están muertas, pero aún así viajan, dicen que no. Viajan
volando, arrastrándose. Se aman, se odian, caminan juntas, caminan solas. Conversan,
y se conectan. Hacen música las rocas y el viento, poesía de derrumbes de los movimientos
cadentes de días y de noches.
Gracias!! vos también escribis lindo :)
ResponderEliminarTe sigo para seguir leyéndote.. un besito!