martes, noviembre 30

Esperanza...

Hay un horizonte, debajo de las piedras. En el pétalo que cae. En el vuelo que se pierde…
Allá en las islas, vacías. Allá. Donde el mar no se agita. Allá. En esa estrella que titila.
Mientras, las miradas, naufragan. Son mil barcos, de mil tripulantes sonámbulos. Que colisionan, como sombras.
Pero el canto de las sirenas despliega sus alas de mariposa y se posa sobre la luna, teje arcoíris oníricos con la niebla nocturna. Teje, desteje, vuelve a tejer.
Hay un horizonte, en la lluvia que ya no se anima, a llover otra vez. Hay otro horizonte, en el río que ya no sabe, cómo volver. Y en la hoja, que un otoño emigró, sin querer.
Hay cuentos, que ya no cantan, porque se suicidaron, las palabras. Y pinceles grises, lloran el silencio, de los colores, en silencio.
Pero, allá, en el horizonte, del horizonte, hay un horizonte. Allá. En esa sonrisa, que se esconde...

jueves, noviembre 4

Un amanecer


Mar de grises en el cielo
Y una brisa tenue y pálida
Llueve en los monótonos senderos
De un bosque ciclópeo de cemento

En los árboles, las aves, de cristalinas alas
Vuelan en vidriosas miradas
Vuelan, encerradas

En el bosque, el río, de filosas llamas
Crepita  su eterno murmullo
Susurra su eterno sollozo
Se desangra hoy, y mañana

En el río, los peces, de extrañas escamas
No se pierden, no se encuentran
Se buscan, en silencio.

Bosque infernal
Tejido de paraísos desesperados
Fatídico laberinto
De hipnosis fatal

La brisa languidece
El aire se enrarece.
Y un suspiro se arroja, cansado
A otro día que amanece…