sábado, agosto 25

He aquí aquel

Pasó toda su vida mirando las estrellas, intentando contarlas, perdiendo la cuenta.
Se sentó al pié de los árboles, miles de miles de árboles, nunca le habló a ninguno.
Siempre anheló, mirar de frente, fijamente, a los ojos de una lechuza. 
Nadaba en los pantanos, de noche, sin luna.
Nada.
Un dormir de aire. Y nada.