jueves, agosto 26

Camino

Matarte,
sepultarte,
desterrarte.

Tu esencia,
en los ríos
y las estrellas.

Como aire,
sonrisas de aire
envolviéndo.
Las cadenas,
Flotan, livianas
En el aire.

Matarte.

Sangre negra,
la angustia
de la rosa.
En las manos
Y las alas,
pluma
por pluma
por pluma.

Afilada danza,
Roja sangre
Sangre de fuego.

Una,
Otra
Otra.
Doloroso éxtasis
Fuego y cenizas,
ardientes cenizas.

Aniquilación,
Inmortalización.
Eternidades efímeras,
Recurrentes.

En la tierra, el sol,
La luna, el río
Y la brisa…

Devoraré tus ojos; mi vida, veré la luz de las sombras. Te cortaré las manos; mis cadenas, seré libre, crearé. Tu cabello ensangrentado ya no podrá cegar la prístina noche con sus fulgurantes destellos; pues cada uno colgaré, de una estrella. Y tu corazón, sepultaré, en la profundidad del mar, para nadar, en él. Para sumergirme, en él, para ser él y fluir, en la melodía de la brisa eterna.

Beberé tu sangre, hasta la última gota mi vida, para poder vomitarte luego, querida, a cada paso, en cada rincón, al pie de los árboles, en la orilla del río, en las nubes; amenizando este infierno, para poder, invitar a los astros a descender, jalando de tus cabellos, para que absorban las llamas, que devoran.


Oníricos lienzos,
Colores extraviados
En la persecución sombría.
Desde las cenizas
Volando, tejiendo
Sublimes ocasos, infinitos.

Matarte,
sepultarte,
esparcirte.


La montaña,
ahora nube
ahora río,
ahora camino...

1 comentario:

  1. Me gusta mucho el ritmo que tiene esto, Franco. Es como si inharas y exhalaras al decirlo, pero agitadamente. Sigo leyéndote.

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